Mar 31

Mar 31 Artistas de la abstracción

Las unió la academia y esta vez, la nueva exposición […]ENTREFORMAS. Fueron profesora y estudiante de la clase Teoría del Color. Ivelisse Jiménez fue la profesora y Estefanía Rivera, su estudiante. Ambas forman parte de esta nueva exhibición que propone un nuevo panorama del arte puertorriqueño valiéndose de obras en las que prevalece el lenguaje de la abstracción.

Abdiel D. Segarra Ríos, es el curador invitado de esta magna exhibición que reúne más de 120 obras realizadas por 65 artistas de distintas generaciones, en su mayoría puertorriqueñas y puertorriqueños que viven en Puerto Rico, así también en la diáspora.

Conversamos con las artistas desde el Museo de Arte de Puerto Rico, sobre sus obras y cómo las sensaciones y la exploración, son parte de su trabajo.

Con su cálida voz y un estilo muy relajado, Ivelisse nos cuenta sobre su trabajo, el cual es uno intuitivo, algo que no está predeterminado. Le gusta comunicar una sensación en particular y no tanta información. Quiere hacernos observar con su obra, ir de un elemento a otro y que tengamos esas sensaciones accesibles. Entender y explorar la relación del espacio mental con el espacio físico.

“En mi trabajo, hay muchas imperfecciones, hay mucho color. Me interesa mucho el aspecto del error. De algo que no debería estar ahí; de cuestionarte si eso debería ir o no ahí. Me gustan las equivocaciones y tratar de hacer que las cosas funcionen a pesar de todas esas fallas”.

Y aunque hay una sensación de imperfección, al mismo tiempo, al verlo en conjunto, el color y los elementos da la sensación de unidad y de que todo está bien.

“Me gusta porque es una contradicción. Puede ser algo sencillo de recibir, que nos da alegría, pero al mismo tiempo es bien complicado de manejar. Cómo pones el color, que no se vuelva algo demasiado caótico. La complejidad de color y cómo crearlo, me ha resultado bien interesante. Cómo conviven los elementos; cómo hacer que todas las cosas distintas convivan”.

Para Estefanía esta es su primera oportunidad exhibiendo en el MAPR. Su cara de emoción y su vestimenta tipo uniforme, me hace ver una trabajadora del arte; ¡con las botas puestas!

La mayoría de estos dibujos son su check-in, como ella nos cuenta. “Son un espacio donde me libero, donde me siento, donde experimento con mis sensaciones y el momento en donde esté. Este trabajo lo comencé para el 2015-16, y para ese entonces, estaba explorando mi sexualidad. Siento que era una fascinación que tenía de más joven, pero al ya tener experiencias se convierten en algo más físicas, del cuerpo. Exploro las sensaciones, las texturas, los sonidos, el cuerpo humano. Me nutro de lecturas, de experiencias, de lo que voy aprendiendo en el camino. Es algo que sigo haciendo y una serie que continúa, porque el momento que dibujo, me siento viva, es ese estímulo… rico.”

Para Abdiel esta exhibición es un logro en sí misma, no sólo por la diversidad de perfiles y obras que presenta, también lo es de cara al momento histórico que vivimos. “La posibilidad de reunir artistas de tantas generaciones, localizados en distintas partes del mundo, para pensar el arte puertorriqueño desde el presente -a la luz de un repertorio de obras que han pasado por desapercibidas por el lenguaje plástico en el que se articula-, era una tarea que teníamos pendiente como comunidad hace varias décadas.”

Abdiel Segarra, jevo curador. f. suministrada.

Esta es la primera exhibición que presenta el MAPR en el contexto de la pandemia del COVID-19. Articulada en cinco ejes, en los que se agrupan obras por aproximaciones, afinidades formales o temáticas, la exhibición ocupa las dos galerías de exhibiciones temporeras ubicadas en el cuarto nivel del Museo: la Galería Bertita y Guillermo L. Martínez y la Galería de exhibiciones temporeras Sur.

Una exhibición con un enfoque innovador e inclusivo, a favor de visibilizar y celebrar, en y desde Puerto Rico, la diversidad del arte puertorriqueño y sus artistas. En ella se hallan homenajes, artistas que nacieron en Puerto Rico y que están exhibiendo sus obras por primera vez en el país; así también maestros y maestras de la plástica puertorriqueña junto a artistas establecidos y emergentes.

Tiempo de volver al museo. Tiempo de ver el trabajo de artistas de distintas generaciones en una narrativa abstracta. Tiempo de dejarnos provocar por su arte y experimentar sensaciones.