Regresa Anoxia
Una obra de teatro y danza basada en testimonios reales de la vida de Pedro Carrión. Anoxia, que significa "falta de oxígeno", trabaja la historia oral y la transformación de la comunidad Juana Matos, en #Cataño. La obra se desarrolla dentro del mangle, entre las ruinas de las chozas originales. El colectivo de danza La Trinchera, recrea momentos de intimidad cotidiana y la adaptación de la vida dentro del babote. Esta vez, con un elemento encantador: la participación de niñas de la comunidad.
Joaquín Octavio anda de visita en la isla. Este semestre se encuentra en Cuba, pero se abrieron nuevas funciones de "Anoxia", un proyecto comisionado por el MAC al artista, como parte del programa de arte y vinculación comunitaria #elMACenelBarrio 2019, y tenía que estar aquí. “Me siento contento; pompiao. Este semestre estoy en Cuba, pero tenía deseos de estar aquí. Es un proyecto que sigue transformándose. Cambia y siempre profundizamos más”, me cuenta mientras camina al negocio de la esquina. “Estoy buscando agua… preparándonos para el ensayo”, me dice en conversación telefónica.
El volver trajo un nuevo elemento: las niñas de la comunidad que se incorporan a la pieza teatral. “Hicimos presentaciones hace varios meses en medio de la calle, para captar la atención de la gente de la comunidad. Invitamos a quien quisiera a salir en la obra. Se incorporaron 5 niñas a quienes le hemos estado dado clases intensivo de teatro”.
Para el dramaturgo, hacer esta obra en un mangle ha sido un reto. “Ha sido estimulante; divertido. Una gran lección del matiz que adquiere la historia en sí. Para mí, el teatro viene de nuestros ancestros, rituales; de nuestros linajes más viejos, y mantenerlo vivo es hacerle un homenaje a las personas que allí vivieron. Allí quedan restos; emergen del sedimento botellas que nunca se descompusieron. Allí vivió gente”.