Ríorriqueña: La tercera pata

Ríorriqueña: La tercera pata

Por: Miosoti Alvarado

A una semana de empezar los eventos olímpicos, se empiezan a sentir los estragos del trabajo en los voluntarios. Los voluntarios caían "muertos" con todo el uniforme puesto...  así como llegaron se tiraban a dormir. Pies y rodillas hinchados, ampolletas en la planta del pie, dolores de espalda, etc. Siempre pasan cosas. Uno de los hindúes, compañero de hospedaje fue impactado por un carro tratando de cruzar una avenida. Se fracturó la patella y tuvo que ser operada. Uno menos. Un colombiano y una brasileña durante su día libre se fueron a kayakear a la playa y cayeron en una corriente que los arrastró hasta las piedras. Salieron super machucados y cojos: dos voluntarios... Quienes estuvieron seis días en el hospital y ahora volvieron pero en silla de ruedas. Le ayudamos en sus quehaceres hasta que le toque irse.

En el hospedaje hay de todo: ingenieros, arquitectos, entrenadores deportivos, terapistas, enfermeras, estudiantes, aficionados del deporte, atletas, contadores etc. Me gusta compartir y salir en grupo con los voluntarios para conocerlos mejor, pero a veces es tan complicado decidir que hacer que mejor me voy sola. Así que una noche fui a ver un espectáculo de danza que vi anunciado. La compañía de danza Deborah Colker presentaba su nuevo espectáculo: VeRo. Leyendo el programa me entero que Deborah es la coreógrafa y encargada del movimiento escénico en la apertura y el cierre de Rio 2016. Disfrute de una pieza de danza fuerte, energética y muy atrevida coreográficamente, como me gustan.

En el entrenamiento el primer día de trabajo, el Jefe de fotografía del Estadio Olímpico comenzó su presentación hablando de las cuatro patas que sostienen eventos como este. La primera: el comité organizador,  la segunda: los atletas,  la tercera:  los voluntarios y la cuarta: los espectadores. Ninguna es más importante que la otra. Están claros que sin voluntarios es imposible. Ya trabajando, recibes a diario un boleto para almuerzo, una merienda y un regalito. Te incentivan a diario para que no te rajes. El primer día un pin, en el segundo un reloj, el tercero una pulsera, etc. También a la hora de almuerzo si la fila es enorme, los voluntarios pasan primero. En este sentido están bien claros que tienen que mantener a los voluntarios contentos.

Soy parte del equipo de prensa que cubre atletismo: mi deporte favorito. Estoy como niño de 8 años en Disney. Mi trabajo consiste en asistir a los fotógrafos. Diariamente recibo una lista con los eventos y detalles de los competidores. Tengo que tratar de contestar cualquier duda que los fotógrafos tengan. Además tengo que saber quién puede o no puede estar en las áreas designadas, llenar solicitudes para poder entrar al campo, etc. Hay diferentes posiciones y nos rotan diariamente. Nuestro equipo es internacional. Tenemos personas de Alemania, Argentina, Estados Unidos, Egipto, Canadá, Rusia, Japón, Inglaterra, Brasil y yo, de Puerto Rico. Nos comunicamos a través de WhatsApp. Ésta aplicación es el palo de comunicación en Río 2016. Todo es a través Whatsapp. El voluntario que tenga más de dos idiomas es candidato a estos puestos porque hay fotógrafos del mundo entero. Me comunico en inglés principalmente, portugués, español y en señas. Hay fotógrafos que sólo hablan su idioma. Los fotógrafos trabajando duro. Mucha movilización en poco tiempo, andan cargados hasta "el ñú"... editan inmediatamente que termina una carrera importante.

Demás está decirles que veo los eventos desde puntos privilegiados... ahí, en primera fila. Y sí, que se trabaja mucho, pero en mi caso -como me gusta la atletismo- estoy disfrutando cada minuto. Ser la tercera pata ha sido todo un lujo para mí. He vivido experiencias únicas. Lloré junto al entrenador de África del Sur cuando su atleta ganó los 400 mts. lisos y rompió el récord mundial. Ayudé a brincar "la verja" al medallista de plata de triple salto para llegar a su familia. Compartí risas, llantos, frustraciones. Vitoreé a los nuestros... y abracé a Culson.

 

 

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