Carlos Castillo es arquitecto, constructor y desarrollador. Vive en Guaynabo, en una casa de techos altos, bien pensada para este clima tropical. Entusiasta de la comida, la casa gira alrededor de la cocina. Con elementos industriales y prácticos, es éste el espacio favorito de él y de quien lo visita.
Estilo: Minimalismo caribeño.
Qué llama la atención para el que te visita: En el orden de las cosas siempre comentan algo sobre la rejas. Incluso personas que no conozco me ven en el balcón y preguntan por ellas. Sin embargo, yo las diseñé con la intención de que fueran imperceptibles. Si es de día, hablan sobre la luz y lo abierto que resulta el espacio. Si es de noche, hablan sobre el espacio. Finalmente se concentran en la cocina, el cual se vuelve el tema de conversación que deriva en una excelente sobremesa.
Casa ideal: Ésta no es mi casa ideal. Me gusta mucho y debo reconocer que amo varios rincones de este gran techo. Pero cuando comencé a trabajar en ella la pensaba como un lugar de trabajo y no como un hogar. Esa condición de taller me estimula a realizar proyectos todo el tiempo pero no me permite descansar apropiadamente.
Por otro lado, mi casa ideal sería una casa muy pequeña. En un contexto urbano, con techos muy altos y ventanas muy bien diseñadas para mirar hacia el exterior y dejar entrar lo mejor de éste. Plantas, flores y animales.
Esquina favorita: La cocina siempre se ha convertido en el corazón de esta casa. Pienso que esta cocina reconoce nuestra necesidad natural de acercarnos al fuego y expresarnos.
Inspiración: No soy diestro decorando. Me cuesta trabajo visualizarlo como un espacio congelado. Mas bien, voy acumulando objetos, ideas, materiales y los voy experimentando a modo de pruebas. Me gusta imaginar los espacios en uso y siempre que voy a añadir un elemento considero su utilidad.