Entre mangles

Santa Isabel, Puerto Rico

Quizás te has topado con uno de sus mensajes. Son de esos que te hacen pensar por un ratito y te puede sacar hasta una sonrisa. Mi mamá es mensajera de vida. La misma vida la llevó a esta terapia de mensajes en madera; en troncos. Son muchos los lugares a donde han llegado sus mensajes: Jardín Botánico, la laguna del Condado, huertos, espacios de terapia, las aguas termales, entre otros. Muchos los han visto y tan cierto es, que en una columna del periódico, uno de sus colaboradores dedicó su escrito a la experiencia que tuvo al andar por la laguna del Condado y toparse con uno de ellos, y cito:

-' Pero a mi todo eso me da ganas de vomitar. Soy muy cínico y esas cosas me empalagan, por eso entré en brote cuando en medio de mi ruta de ejercicios me topé con estos mensajitos en cada tronco. El espíritu de Gárgamel se apoderó de mi y empecé a soltar insultos e improperios. Y me topé con este tronco de frente y yo tratando de mantener el ceño fruncido y los labios que se me iban abriendo, dientes por fuera, carcajada sincera. Llegué  a casa de buen humor'.

Y una de sus más rencientes intervenciones: una playa recóndita en la costa de Santa Isabel. Un lugar mágico de piscinas naturales entre mangles. La misión de mi madre, que muy bien me incluyó, consistía en colocar los rótulos y recoger basura. A pesar de su privacidad, a esta costa llega muchísima basura por la desembocadura de ríos y otra tanta por el ser humano... los mismos que van a disfrutar del lugar...

Una tarde a solas en ese inmenso lugar con la pompiaera de mi madre y su gran y bonita misión, me hizo reflexionar, y aunque fue una pregunta personal, aquí la comparto en plural: ¿Qué hacemos desinteresadamente por esta isla? La satisfacción de realizar esto con mi madre la tengo que compartir. Sacamos dos bolsas grandes de basura. Ojalá hayan muchas personas como ella, en las costas de esta islita.