Andrea Cruz; "más empatía, solidaridad y sororidad en este sancocho musical".
Andrea Cruz lanzó su segundo disco, Sentir no es del tiempo con 11 canciones. Tuvo una presentación privada en la azotea del emblemático edificio del Instituto de Cultura en el Viejo San Juan. Conversé con ella sobre su disco, las mujeres importantes en su vida y cómo le suena el Caribe.
Háblanos de la portada, ¿Quién la realizó?
La foto la tomó Stephanie Segarra, el vestido es de Jean Cintrón, un gran amigo y Eugenia Lejos fue quien hizo el collage en la foto. La idea era rescatar el archivo o documento, como un elemento histórico y ahí le dimos el sentido del tiempo. La foto fue tomada en el antiguo acueducto en Río Piedras, que es un lugar importante e histórico, dándole ese toque del tiempo y el color amarillo para dar el sentido de lo ‘viejo’, lo ‘análogo’. Así es que se construye la portada. El hecho de tener foto sobre fotos, es que el sentir no es lineal. Por eso la cara dentro da una expresión y afuera no tienes ninguna expresión.
¿Cuáles son los temas principales del disco?
Uno de los temas principales del disco para mi es Caminero; creo que de ahí se amarra todo. Hablamos del peón caminero en el siglo 19 bajo el gobernato español; puertorriqueños que construían y vigilaban las carreteras a tres kilómetros y vivían en casas de piedras; eran esclavos en otras palabras. Lo que me gusta de esta analogía, es que el caminero estaba velando el paso a su comunidad y a quienes le explotan. Y me pregunto, ¿qué tipo de caminero y caminera queremos ser hoy en día? Además, dentro del tema, hay un niño que representa el futuro, yo el presente y el caminero que es pasado. Ahí volvemos a tocar el tema del tiempo. Para mi Caminero, Nana al aire, que habla sobre Puerto Rico, sobre darle esa alabanza y esa oda a la isla, por sus luchas y trayectorias, también le da ese contexto del tiempo. Y si nos vamos bien poéticos, tenemos unas pequeñas historias de quién nos amarró y cómo nos soltamos, cómo nos despegamos. Todo el disco tiene como doble cara; lo puedes ver histórico pero también amoroso, muy del lamento, de la nostalgia del arrullo y el destiempo.
Estamos en el mes de la mujer, ¿cómo converge el ser mujer, sentir y hacer música?
Nosotras estamos comenzado a vernos, no exigiendo un espacio, sino asumiendo el espacio. Para mí es muy importante hacer ese switch en vocabulario y en acción, de que yo no tengo que pedir permiso, yo estoy aquí porque sí, y a quien no le guste o no lo entienda, tiene que repensarlo. Creo que la mujer lleva mucho tiempo en el esfuerzo y hoy más que nunca, está más presente. En la música siento que hay mucho por recorrer. Por ejemplo, en mi caso, que soy bastante recatada, me veo afectada. Ser reservada y recatada desde lo físico es mi postura y desde ahí, me juzgan. Las dos formas son maneras de expresarnos y ambas son válidas. Ahí también hay diversidad y tolerancia. No necesariamente quiero enseñar algo, no lo juzgo para nada y lo he hablado muchas veces, pero a la hora de cantar me siento más cómoda desde este lado; y eso válido. Sentirme cómoda.
El pasado 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer trabajadora. Podrías mencionarnos 8 mujeres que son inspiración para ti y por qué.
¡Claro que sí!
Wendy Tirado, que es mi mamá, por ser valiente, me ha enseñado la valentía,
Alfonsina Storni, por su poesía… una de mis poetas favoritas,
Gabriela Mistral, me encanta,
Violeta Parra, por ser mi maestra a la hora de la canción,
Leslie Feist, guitarrista y compositora canadiense, de mis favoritas porque también toca guitarra,
Julia de Burgos, por su valentía; porque se atrevió a decir que ella quería ser lo poetisa de las Américas; y lo logró, aunque no en vida, lo logró,
Tania Rosado, de Taller Salud, porque me impacta su trabajo. Yo la veo por ahí y yo la respeto y la quiero, y
Cristina Muñoz porque me ha salvado, es artista también, y cuando he estado en el momento más débil, llega como un ángel.
“A las mujeres en la música, debemos cuestionarnos sobre nuestra identidad, como mujeres. Cual es mi identidad como mujer dentro de ser puertorriqueña. Tratar de entender que no todas hemos tenido las mismas oportunidades y que la empatía, la solidaridad y la sororidad la tenemos que impulsar en nuestros espacios, no como un acto de pena, ni de exigir, sino de asumirnos y abrirnos las puertas, por que es lo que necesitamos”.
Y para cerrar, para ti ¿cómo suena el Caribe actualmente?
Es bello. Hablaba esta mañana con Lizbeth Román que es un sancocho; ¡el Caribe es un sancocho musical! No sabemos exactamente cuál es el sabor que más resalta, pero logramos distinguir los sabores. Hay unos sabores que reconocemos, pero a veces no sabemos de dónde vienen. Hablamos sobre lo complejo que somos a la hora de sentarnos a alinearnos sobre las cosas, porque somos una isla. No estamos acostumbrados a conversar con el país de al lado. Conversamos entre nosotros mismos, porque alrededor lo que tenemos agua. Y ya es hora de escucharnos entre islas; de conversar.