Puerto Rico en la cas… ¡en el Whitney!
Al ver la pieza de Gabriella Torres-Ferrer, Untitled (Valora tu mentira americana) me dio un estrujón en el pecho. Es el mismo que sentí hace poco cuando Fiona pasó por Puerto Rico y nos demostró que cinco años han pasado -desde el huracán María- y nada ha mejorado. Al contrario, lo que estaba mal, empeoró. Es ahí que re confirmas que el desastre no es natural; es político. El mismo estrujón que siento cuando recuerdo lo vivido durante el huracán María.
El huracán María fue duro para las y los puertorriqueños que lo vivimos en las islas. Y puedo imaginarme que, para los que estaban afuera y vieron -gracias a la tecnología-, minuto a minuto el devastador paso, también lo fue. Son realidades distintas pero muy similares. Supongo que el dolor y el amor se cargan a todos lados. Así mismo recuerdo aquellos días donde la diáspora se desbordaba por ayudar. Enviaban suministros, buscaban visibilizar lo que -a los puertorriqueños en la isla-, se nos hacía difícil hacer pues no habían comunicaciones.
Cinco años más tarde, me encuentro en Nueva York y asistí al avance de prensa de la histórica exhibición no existe un mundo poshuracán: Puerto Rican Art in the wake of Hurricane María, curada por la puertorriqueña Marcela Guerrero en el prestigioso Whitney Museum of American Art. Una exposición que revela el impacto político, económico y cultural del huracán María y sus consecuencias, y explora un periodo de transformación a través de la obra de veinte artistas de Puerto Rico y la diáspora; once puertorriqueños que viven en la isla y nueve en la diáspora.
“A través de pintura, video, instalación, performance, poesía y obras recientemente comisionadas, creadas para esta muestra, la exposición analiza los cinco años transcurridos desde el huracán María para resaltar preocupaciones urgentes en Puerto Rico, incluyendo el trauma creado por las infraestructuras colapsadas, la devastación de historias y paisajes ecológicos, la pérdida, reflexión y duelo, la resistencia y la protesta y la migración económica de puertorriqueños a Estados Unidos, una gran migración de puertorriqueños a Estados Unidos, a consecuencia de la economía, durante el auge del turismo estadounidense y la reubicación en la isla”.
Esta exhibición, la más grande de arte puertorriqueño en un importante museo en los Estados Unidos en 50 años, lleva por título un verso tomado del poeta puertorriqueño Raquel Salas Rivera. Un poemario que nació tras el paso del huracán y que también forma parte de la exhibición: While they sleep.
Me encantó conversar con Raquel sobre su participación y qué significa para él que el título de la exhibición haya sido un verso de su poemario. “Me siento sumamente honrado… ¡Qué poeta no quiere que otros poetas, artistas, pensadores dialoguen con lo que escribes! Y también, honestamente, es sanador, porque es un libro del trauma de ese momento. Siento que es un libro como que flota, como el mismo trauma; no sé dónde ubicarlo. Marcela ha hecho un trabajo increíble de pensar ese verso y todas las potencialidades y las decepciones que encapsula con relación a estas obras sin encerrar la obra; sin que el marco se sienta como una camisa de fuerza. Todo esto para decir que me siento brutal, me siento bien, feliz, culeco”.
También me dio gusto encontrarme al artista Garvin Sierra, quien crea carteles digitales a través de su cuenta en instagram @tallergraficopr con los que nos identificamos, compartimos y amplificamos mensajes de protestas, de críticas y hasta de celebraciones patrióticas. Una colorida pared con sobre 40 carteles se encontrarán las personas que visiten esta exhibición y podrán ver los temas más relevantes para los puertorriqueños en los últimos años.
Esta importante institución da espacio a la historia de las puertorriqueñas y los puertorriqueños en y fuera de sus costas y la secuela del histórico paso del huracán por el archipiélago. Una exhibición en inglés y español que mira y da espacio a expresiones de quienes lo vivieron y otras piezas comisionadas para esta exhibición. De una manera u otra nos identificamos. Gracias al arte que representa emociones, sentires y pesares. Que es voz, casa, refugio y altares. Denuncias, críticas y resistencia.
Estoy en Nueva York y aún ando conectando puntos de lo que veo y siento. Nueva York es una extensión de Puerto Rico en su síntesis latino-puertorriqueño. Es tanto. Es tan rico… que aún ando procesando. Es muy importante esta relación y lo que surge entre ambas costas. Puerto Rico le pone sazón, batería y regguetón a esta gran ciudad y con esta exhibición, Nueva York nos da espacio y nos mira con detenimiento. En el texto introductorio de la exhibición dice “La exposición reafirma que imaginar un nuevo Puerto Rico está indudablemente, dentro del quehacer de los artistas y que la autodeterminación es en sí mismo un acto creativo”. Puerto Rico es Puerto Rico, pero por su gente. Por lo que viven, sienten, producen y comparten.
Y cierro citando a la artista Mónica Félix “La gente es el arte”.
no existe un mundo poshuracán: Arte puertorriqueño después del huracán María estará en exhibición desde el 23 de noviembre de 2022 hasta el 23 de abril de 2023.
Todos al Whitney.