Por Dyanis de Jesús
Con el lanzamiento de su sexto álbum, Debí Tirar Más Fotos, Bad Bunny rinde homenaje a Puerto Rico de maneras que demuestran el poder transformador de la creatividad y la cultura para generar cambio. El álbum es un testimonio de desarrollo sostenible por medio de la creatividad en un sentido amplio – social, económico y cultural. Veamos por qué:
1. Sostenibilidad Cultural e Identidad
Bad Bunny continúa elevando la cultura puertorriqueña al llevar nuestra música, tradiciones y esencia a la escena global. Su influencia garantiza que el sonido, la jerga y la historia de una isla caribeña de 100 x 35 millas sigan resonando con fuerza a nivel internacional.
Al integrar ritmos autóctonos, colaborar con artistas locales y plasmar nuestras raíces en su obra, no solo refuerza la identidad cultural de Puerto Rico, sino que también impulsa su evolución. Su trabajo conecta la memoria histórica con la innovación, fortaleciendo la cohesión social y proyectando al mundo la riqueza de nuestro legado.
2. Empoderamiento Económico e Inversión Local
A través de su música y proyectos personales, Bad Bunny ha sido intencional en reinvertir en Puerto Rico. Su apoyo a negocios locales, artistas independientes e incluso equipos deportivos contribuye a un crecimiento económico sostenido. La estrategia detrás de su residencia en Puerto Rico es una centrada en un impacto económico de largo plazo, en lugar de buscar ganancias inmediatas.
3. Impacto Social y Activismo
Bad Bunny aborda constantemente temas de justicia social, gentrificación y colonialismo, abogando por políticas que protejan a los puertorriqueños del desplazamiento y la explotación. El desarrollo sostenible no solo se trata de economía, sino de garantizar que las comunidades locales prosperen a largo plazo, algo que ha estado en riesgo en los últimos años.
4. Innovación y Permanencia en la Industria Musical
En lugar de seguir las tendencias de la industria, Bad Bunny establece nuevos estándares para la evolución de nuestra música y, más allá, para influenciar la escena musical global. Su capacidad de equilibrar tradición e innovación es una forma de sostenibilidad, manteniendo su arte fresco sin perder sus raíces e imponiendo nuevas tendencias a nivel internacional sin concesiones.
5. Sostenibilidad Ambiental (Indirectamente)
Si bien el álbum en sí no se centra en temas ambientales, Bad Bunny ha utilizado su plataforma para generar conciencia sobre el cambio climático y los problemas ambientales que enfrenta Puerto Rico, desde huracanes y erosión costera hasta la crisis de la agricultura local. Su influencia ayuda a impulsar conversaciones sobre el medioambiente más allá de la música.
Bad Bunny y el “Creative Placemaking”
Bad Bunny es un ejemplo claro de cómo un artista puede fomentar una estrategia de “creative placemaking”. Usa su influencia para moldear y activar espacios para que promuevan la identidad cultural, el desarrollo económico y el compromiso social. Esto es especialmente relevante en Puerto Rico, en un momento en el que los puertorriqueños continúan enfrentando gentrificación, apagones y el dominio sobre los recursos naturales.
Históricamente, el “creative placemaking” se ha implementado en distintas partes del mundo como una estrategia para revitalizar zonas, fortalecer las comunidades y fomentar actividad económica a varios niveles; y Bad Bunny lo pone en práctica consistentemente:
Revitalizando espacios a través de la música y eventos
Desde resaltar lugares icónicos, expresiones locales y sonidos autóctonos hasta organizar conciertos multitudinarios en lugares inesperados.
Intervenciones urbanas y encuentros espontáneos: Ya sea con apariciones sorpresa o interactuando con sus fanáticos en espacios cotidianos, refuerza la idea de que los entornos urbanos pertenecen a la gente, no solo a los desarrolladores y corporaciones.
Activismo político y social a través de la narrativa espacial
El Apagón como herramienta de protesta utiliza un vídeo musical para visibilizar el desplazamiento forzado y la crisis energética en Puerto Rico, transformó el espacio digital en una herramienta de activismo y conciencia.
Turismo y narrativa cultural
Su éxito global atrae a viajeros a Puerto Rico, ansiosos por conocer los lugares que menciona en su música. Desde playas hasta chinchorros, convierte locaciones reales en hitos culturales. Más que solo exportar la cultura puertorriqueña, impulsa a que el mundo venga a vivirla de primera mano, fomentando un modelo de turismo más sostenible.
El modelo que propone Bad Bunny va más allá del entretenimiento; es una hoja de ruta hacia un progreso real y sostenible en términos económicos, sociales y ambientales. A través de su influencia y acciones, impulsa activamente el desarrollo de un país que, pese a su inmensa creatividad, ingenio y capacidad de innovación, continúa enfrentando una crisis económica prolongada, migración, gentrificación, desigualdad, crisis energética y problemas de infraestructura. Su enfoque demuestra que la cultura y la creatividad pueden ser motores de transformación profunda, ofreciendo nuevas oportunidades y redefiniendo el futuro de un país.
A nuestros líderes: tomen nota.