Auudi, Janiffe Frett, Cristian Carretero y Lorraine Jones. Foto por: Daliana Alvarado
El pasado fin de semana la ciudad de Nueva York celebró la puertorriqueñidad. Era el fin de semana de la Parada Puertorriqueña con varios eventos en la ciudad, y justo también se celebraba el prestigioso festival de cine Tribeca, que contaba con participación puertorriqueña en esta edición.
Desde Nueva York trabajo para el cine puertorriqueño y esto me llena de emoción y esperanza. Grandes cosas está sucediendo y vienen más en camino. Desde mi esquina, comunico para dos grandes entidades que promueven el cine, la producción y la distribución del cine puertorriqueño: La Asociación de Documentalistas de Puerto Rico (AdocPR) y el Festival de Cine Europeo de Puerto Rico (FCEPR). Desde ambos lugares, posicionamos el cine puertorriqueño, primero en nuestra gente, en nuestra cultura y de ahí nos abrimos al mundo. Durante las pasadas semanas, desde el FCEPR celebramos el logro de Esta Isla y su viaje hasta llegar a Tribeca Festival. Pues resulta que este largometraje fue un cortometraje que participó de la competencia Cortadito. Desde el principio, este filme era un largo, pero sus realizadores, decidieron hacer un corto para desarrollar sus personajes y poder tener una primera mirada a esta historia.
Así que el sábado en la tarde llegué hasta Village East by Angelika para ver este filme y celebrar el estreno exclusivo de este filme que estaba compitiendo en la categoría U.S. Narratives Features. Mientras esperaba para comprar mis boletos Rush Tickets, comencé a ver caritas conocidas. Realizadores, actores, actrices y parte del equipo de producción se dieron cita a esta presentación. La tarde estaba bella, la alfombra roja encendía y Puerto Rico estaba haciendo acto de presencia. Por suerte, logré de los últimos boletos para ver este filme a sala llena y ¡Wao! Hace tiempo no veíamos un filme puertorriqueño tan bueno. Mientras la veía intenté tomar notas y al salir, no podía parar de hablar de todo lo que seguía recordando, atando cabos y asimilando. ¡Esa es la magia del cine!
Esta Isla de los cineastas puertorriqueños Lorraine Jones Molina y Cristian Carretero presenta de manera real, casi documental, una historia de amor y supervivencia salpicada con matices y elementos de la cultura y realidad puertorriqueña. Es la historia de Bebo, un adolescente de un pueblo costero puertorriqueño, que vive con su hermano en un complejo de viviendas públicas. Se ganan la vida pescando, pero la creciente desesperación los lleva a negocios ilegales que prometen dinero fácil. Cuando un trabajo sale mal y se derrama sangre, Bebo huye con Lola, una chica adinerada que busca escapar de su problemática realidad. Mientras recorren las laberínticas montañas, se encuentran con vestigios de un estilo de vida que se desvanece, que contrasta con la violencia que los persigue. Con los sicarios acercándose, Bebo debe afrontar sus decisiones y decidir si la redención es posible o si el mar será su último escape.
Amamos todo lo que vimos pues es un retrato fiel y real de nuestra idiosincrasia. Lloré, me alegré, me estremecí, sentí orgullo y un montón de otras emociones sabiendo lo que implica contar nuestras historias en una plataforma tan importante como lo es este Festival. Para mi, los realizadores fueron muy generosos y nos dieron tantos detalles como se podía. Pero bien hecho, ustedes saben. El que es puertorriqueño podrá entender y hacer estas lecturas que componen nuestra condición. Habían temas y sub temas que se daban de manera intrínseca en cada escena. Fueron a detalles que explican cómo somos y puedes sentirlos de manera visual. Y la música fue ese elementos que nos mantuvo y nos llevó por sentimientos y situaciones muy parecidos a la realidad.
El casting estuvo real, genial, tremendo. Contó con las actuaciones destacadas de Zion Ortíz como Bebo, Fabiola Brown como Lola, Xavier Morales como Charlie, Georgina Borri como Aida, Auudi como Moreno y Teofilo Torres como Cora. Y wow…¡qué linda es la gente de Puerto Rico! Auudi se arrastró solo siendo él. Me encantó verlo en esta otra faceta. Una persona que es realmente así, en un papel realmente así. Claro, en la presentación final, nos dice: “ese soy yo” pero “yo no soy así”. Otra de las actuaciones magistrales fue la Teófilo Torres como Cora, un nacionalista entre las montañas que a través de las décimas, el sancocho y el machete afila’o, nos muestra la ternura de defender la patria y nos da una clase de esos elementos que son muy nuestros. Además nos enseña la solidaridad y a cuidar a nuestros jóvenes no importa qué. Y ni hablar de la presencia del machete. Muchos lo que verán será un cuchillo más, pero para los puertorriqueños es esa herramienta de trabajo, símbolo de lucha y resistencia por la independencia de Puerto Rico.
Fabiola Brown, Auudi, Lorraine Jones Molina, Cristian Carretero y Xavier Morales.
Hay tantas otras lecturas pero aquí menciona algunas que llamaron mi atención. Como la dureza y violencia de las calles. Las relaciones de clase. La ausencia de los padres en la clase alta. El plato de comida caliente y la hospitalidad de los puertorriqueños aún en la pobreza y/o austeridad. La pesca, la agricultura, la décima y el sancocho. La música jíbara. Nuestra fauna y flora. Nuestra relación con los dominicanos. La relación colonial con los Estados Unidos, la intersección de los problemas actuales en la historia. Wao, en fin, un filme que dará de qué hablar pues es sin duda un retrato real de la vida en el Caribe; de vivir en Puerto Rico.
Y así este filme fue galardonado con el premio a mejor cinematografía en un largometraje de ficción (entregado al Director de Fotografía Cedric Cheung-Lau), el premio a mejores nuevos directores de ficción y una mención especial del jurado en la categoría de mejor largometraje narrativo de Estados Unidos.
“Esta Isla” es este archipiélago. Con todos los contrastes, con todos esos matices. Con todo lo bueno, con todo lo malo. Nuestros cine anda contando historias y este es solo el principio. ¡Felicidades a todo el equipo de Esta Isla!