Él es Guelmo Rosa, moroveño, artista y diseñador para grandes marcas. “Bueno, no, Guelmo Rosa es mi alter ego, mi nombre artístico. Yo soy Miguel Rosario Rodríguez. Pero sí, soy Guelmo Rosa” asegura en conversación cuando lo visitamos en su Taller Rosa en Bushwick, Brooklyn.
Guelmo es artista plástico y diseñador y definirlo es como ponerlo en una cajita, y eso no lo queremos. Su trabajo principal es en metal con el que crea de todo. Pero además hace pintura. Es un creador innato y así se puede palpar en este espacio convertido en su taller.
Guelmo estudió en la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico y es ahí donde surge y se desarrolla su nombre de artista. Es atrevido en su arte, pero en su casa y con cercanos, Guelmo es como un papá; él acoge y cuida… siempre hay comida. “Si come uno, comen dos” y mientras me dice esto, yo solo me imagino a su mamá y a sus abuelas. Esos son matices muy puertorriqueños y Guelmo los lleva con orgullo.
Su casa es un espacio de creación, y su arte y su perro, Hilo, son el centro de atención de este lugar desde donde se diseña y se crea desde la curiosidad.
Guelmo salió de la isla hace 13 años en busca de algo diferente; porque sabía que necesitaba un cambio y para conocerse más. Así llegó a esta ciudad que tanto le ha dado. Y aunque es una relación de amor y odio, Nueva York le dio identidad, le devolvió su libertad y se redescubrió. “13 años en Nueva York… fue estratégico, porque sabía que necesitaba un cambio. Estando acá, comencé a conocerme completamente”.
Trabajador del metal
Lleva 12 años trabajando en la industria de la joyería, creando piezas de vestir. A través de su compañía ha podido crear joyería para joyeros famosos. “No puedo mencionar nombres, pero he trabajado en varias colecciones que cuando lo veo digo “wao, que duro soy”. Los que estamos en el behind the scene hacemos el verdadero trabajo. Y no tengo problemas con eso, porque sé que fui yo y lo llevo en mi mente”.
Las paredes de su taller, están repletas de arte. “Estas piezas nacen a raíz de mi deseo de volver a la pintura. Llegué a esta ciudad y me fui de lleno al metal, y me enamoré… tanto así que lo he manipulado de todas las maneras posibles. Hice un calzoncillo en metal, pantallas, trajes. Y ya que logré dominar el medio, pensé que tal si los mezclo; la pintura y metal. Y ahí comencé a explorar con piezas más eróticas, fálicas, bastante gráficas. Comencé a añadirle metales, cadenas y perlitas, para hacerlo más delicado… tu sabes, soft/hard. Que también me represeta a mi; yo soy suavecito, pero también puedo ser hard [ríe]. Esta es la evolución de mi trabajo”.
¿Qué es lo próximo de Guelmo? ¿Hacia dónde se dirige?
¡Hacia Puerto Rico a final de año! Llevo hace un tiempo sintiendo que ya es tiempo de regresar. Pero regresar de la forma correcta. El plan es regresar a fin de año. Tengo una familia que me quiere y me respeta, y tengo una casita donde vivir, tendré seguridad y podré hacer mi próximo proyecto. Me voy pa’ Morovis, pa’l campo… Nueva York siempre va a estar aquí para mí.
Regreso porque nunca me he sentido del todo feliz en esta ciudad. Regreso porque añoro estar en mi campo, escuchar los pajaritos al despertar y los coquís al descansar. Regreso porque quiero pertenecer y en esta ciudad no pertenezco. Quiero sembrar y aquí, tierra tampoco tengo. Quiero ser parte del cambio en Puerto Rico. Ya es hora de regresar.
¿Y cómo ves todo lo que está sucediendo en Puerto Rico políticamente?
Me infla el pecho y me inspira regresar porque yo creo en un Puerto Rico libre y soberano. La juventud y las nuevas generaciones son las que lograrán el cambio verdadero. Me enorgullece tanto ver cómo el puertorriqueño ha ido despertando poco a poco.
Muchos me preguntan, ¿vuelves porque crees que Puerto Rico puede lograr un cambio? Y yo siempre contesto: “Vuelvo porque Puerto Rico ha estado en constante cambio. Por mucho años no lo era y me llevó a salir de la Isla. Pero, PR ya lo logró, cuando en el verano del ‘19 sacaron al que era en ese entonces gobernador, y así lo lograremos una vez más. ¿Si será en estas elecciones? Quiero ser optimista y decir SI. Pero si soy realista sé que no, pero daremos la batalla y lograremos historia en la política de Puerto Rico de una manera u otra.
Puerto Rico te espera de vuelta. Siempre lo hemos dicho, nos gusta que se vayan, pero nos encanta que regresen. Le deseamos un regreso amable, soñador y puertorriqueño. Puerto Rico y Morovis cuentan con la visión, la experiencia y el arte de Guelmo. ¡Qué lujo!
Sigue a Guelmo y su trabajo en: @g2ther.